Si nos situamos en la calle Ciutat para observar la fachada gótica del Ayuntamiento nos daremos cuenta de algo: a mediados del s. XIX, cuando se estaba construyendo la nueva fachada que da a la plaza San Jaime, el arquitecto municipal, que tenía via libre para hacer y deshacer a su antojo, decició derribar la fachada de la calle Ciutat ya que por áquel entonces el gótico no gozaba de mucha fama.
Personas responsables protestaron por el "asesinato arquitectónico" pero parte de la arcada de la portalada gótica ya se había derribado. Hoy dia podemos ver este pegote mal colocado pero por suerte el el resto de la puerta está entera y en su lugar.
Fuente: Fotosdebarcelona.com
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