Si nos acercamos a la románica capilla de Santa Llúcia podremos observar otra curiosidad: en una de sus esquinas hay tallada una especie de pequeña columna. Durante la Edad Media este lugar era utilizado como mercado y el Consell de Cent, como organismo regulador de la ciudad, decidió colocar simbólicamente en forma de escultura una cana (medida barcelonesa equivalente a 1555 mm), la cual indicaba al comprador y vendedor que en cualquier momento podía ser comprobado cualquier objeto que allí se comercializase (para evitar fraudes).
Fuente: Fotosdebarcelona.com
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